Forma parte no menos importante de la medicina del futuro. Como médico y profesional de la salud, es inminente que aquel que no vaya a la par de los avances científicos, quedará rezagado y no representara competencia alguna para el gremio médico. El hecho de documentarse, investigar y conocer tanto los tratamiento que en la actualidad se encuentran en fase de experimentación como los que existe evidencia de que han sido los que mejores resultados han tenido en los pacientes hace que el médico desarrolle un juicio crítico durante el ejercicio para esta manera ofrecerle no lo más novedos al paciente, si no lo que actualmente existe evidencia que ha sido lo mejor.
Quizá este pensamiento tenga en esencia un enfoque pragmático, pues como tal, establece que la verdad es aquella que haya mostrado mayor beneficio, pero a su vez permite conservar esa apertura para utilizar nuestro juicio médico cuando así lo requiere.
