Sacúdete los fracasos

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Sacúdete los fracasos

Fracasar apesta, pero si dejas que las palabras rudas de un crítico, unas cuantas cartas poco personales de rechazo o un ascenso laboral que nunca se materializa te saquen de la jugada, pues estás cometiendo un grave error. Un rasgo importante entre los suertudos es que no se altern demasiado cuando algo no sale conforme a sus planes, y tienden a dar el siguiente paso con rapidez. "Lidian con el fracaso adaptándose".

"No enfocan en lo negativo ni permiten que los obstáculos les impidan tomar riesgo más adelante".  Las personas azarosas saben que hay muchos caminos posibles para llegar a donde quieren. Incluso si sus sueños no se cumplen, siempre hay otra oportunidad a la vuelta de la esquina, y por lo general es mejor.