¿Estás tratando de comer más sano pero tienes dificultades para que toda la familia participe? Si es así, no estás solo. Desde el estrés y los horarios de trabajo ocupados hasta las restricciones presupuestarias y el acceso limitado a los alimentos, muchos obstáculos pueden interponerse en el camino de los hábitos más saludables.
Además, es posible que los miembros de la familia no siempre estén de acuerdo sobre qué comer.
Los padres que siguen una dieta especial pueden comer de manera diferente al resto de la familia. Los niños pequeños propensos a las rabietas pueden negarse a comer a la hora de comer mientras cruzan los brazos con disgusto. Los adolescentes pueden detenerse en el autoservicio en su camino a casa desde la escuela y saltearse la cena familiar.
Si bien puede parecer abrumador, con una combinación de planificación cuidadosa y la voluntad de ser flexible, es posible que su familia esté en sintonía con hábitos más saludables.
A pesar de lo que las redes sociales puedan hacerte creer, no existe una manera perfecta de comer de manera más saludable.
Esto significa que sus comidas no tienen que ser costosas, complicadas, lentas o perfectas.
En cambio, es importante ser realista y hacer lo mejor que pueda para ayudar a su familia a tomar decisiones saludables.
Además, al eliminar la presión de tener una dieta perfecta, es más probable que encuentre una forma más saludable de comer que funcione para su familia.