El sobre peso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo y viene procedido de factores como un desequilibrio entre la cantidad de energía que se consume y la que se gasta, así como por la nula o poca actividad física. Si bien es cierto que la leche es un alimento rico en nutrientes y cuenta con aproximadamente 150 calorías por cada taza de 250 mililitros, estos es apenas el 7.5% de una dieta de 2,000 calorías, por lo que de forma adecuada puede incluirse en la dieta de una persona, aun de las que buscan reducir su peso. Solamente es de gran importancia tener una recomendación por parte de un especialista en nutrición sobre la cantidad necesaria de acuerdo a las condiciones específicas.
En ocasiones, se recomienda intercambiar la leche entera por la leche descremada. A ésta, se le disminuye la mayor parte de la grasa propia de la leche y llega a contener entre 105 y 80 calorías en leche semidescremada y descremada respectivamente, por lo que representa una buena opción cuando una persona quiere reducir las calorías totales, pero sin abandonar el consumo de leche.