Azúcar refinada.
Nada que diga refinado es una buena opción. Ni el azúcar, ni harinas, ni sal, ni aceites ni nada. Refinado suena a decir “adiós beneficios bienvenido proceso industrial”. El Dr. Robert Lustig, profesor de Pediatría en la División de Endocrinología en la Universidad de California, San Francisco es uno de los principales expertos en obesidad infantil y ha sido pionero en la decodificación del metabolismo del azúcar.
Su trabajo ha resaltado las grandes diferencias sobre cómo los distintos tipos de azúcar son transformados y utilizados por el cuerpo humano y menciona en sus estudio el problema delo refinado.
Azúcar morena. Muchas veces es refinada pero pintada y es muy diferente a la mascabado. Los edulcorantes debilitan el sistema Inmunológico y acidifican el cuerpo. El estado ideal para la enfermedad es ácido, provocan trastornos del sueño.
La fructosa es el verdadero problema en la llamada obesidad, propiciando problema en el síndrome metabólico, el cual es causado por el consumo excesivo de fructosa; el 80 % de todos los alimentos que se venden en los Estados Unidos contiene jarabe de maíz de alta fructosa y otros azúcares añadidos.
