
Cuidarte no es solo comer bien y moverte.
Tu bienestar depende tanto de tus hábitos físicos como de tus hábitos emocionales.
Dormir bien, nutrirte y moverte sostienen tu energía
Pero aprender a regular tus emociones, poner límites y descansar mentalmente es lo que realmente mantiene tu equilibrio
El estrés emocional crónico altera el metabolismo, debilita el sistema inmune y afecta la calidad del sueño.
Cuidar tu mente también es cuidar tu cuerpo.
Empieza por escucharte un poco más cada día.