Los deportes con el más alto nivel de competición cuentan con el área de psicología dentro de su equipo interdisciplinario. Este departamento es el encargado de desarrollar habilidades de autocontrol que ayuden al deportista a hacer frente a la adversidad, disminuyendo los efectos negativos de un mal control emocional.
Dentro de los deportes donde habitualmente existe el choque entre jugadores, suelen invadir emociones explosivas como la ira, la euforia y la frustración. Es común que observemos que al disputar con el rival y en el calor de la competición, el deportista sufra una asalto emocional, donde la ira lo domina y su comportamiento es impulsivo, dando un golpe mal intencionado al rival o tomando una mala decisión.
