Derecho a la alimentación

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No es la garantía a una mínima ración de calorías, proteínas y otros nutrientes específicos, tampoco es el derecho de una persona a ser alimentada, sino la oportunidad de alimentarse por sí mismo, lo que supone no solo que los alimentos estén disponibles y que la proporción de la producción sea suficiente para toda la población, sino también que sea accesible, es decir, que cada hogar pueda contar con los medios para producir u obtener su propio alimento.

Con frecuencia se piensa que no hay suficientes alimentos para todos. No obstante, según la OMS, el mundo produce suficiente cantidad de alimentos para alimentar a toda la población. Así tenemos que la causa principal del hambre y la desnutrición no son la falta de alimentos, sino de acceso a los alimentos disponibles, situación que se observa no solo en los países en desarrollo, sino también en los económicamente más desarrollados, donde hay alimentos en abundancia.