De todas los sistemas que conforman a un organismo superior, el inmunológico es de los más interesantes que podemos encontrar. Las células que lo conforman, conocidos como leucocitos, bien podrían pasar como "pequeños soldaditos" que patrullan todo el cuerpo, y si encuentran a un agente extraño, lo tratarán de erradicar. Por ejemplo, aquí podemos observar una célula leucocitaria llamada macrófago, fagocitando una partícula extraña.
Los macrófagos, como todas las células de la sangre, son producidas en médula ósea en un proceso bien conservado conocido como hematopoyesis.
Durante este proceso, las células troncales totipotentes (las mal llamadas células madre) dan origen a cada una de las células presentes en sangre, incluidos los eritrocitos, trombocitos, granulocitos y linfocitos.
