Una porción de ensalada antes de comer es un muy buen hábito porque: Te alcaliniza, te llena de fibra que mitiga el impacto glicémico de la siguiente comida, te ayuda a evitar atracones, te ayuda a decidir la porción de la siguiente comida, asegura el % de alimentos crudos (con enzimas y minerales) que necesitas y te ayuda a decidir la calidad de tu siguiente alimento.
Cuando uno muere de hambre quiere comer lo primero que ve y no siempre es la mejor decisión, ya que a veces comemos de más y hasta «llenar», cosa que no es nada saludable, nos resta energía, dificulta la digestión y comemos cantidades innecesarias.
Así que ya saben, para el fin de semana (y entre semana también) una porción de ensalada (de la más sencilla si gustan) es suficiente para obtener todos estos beneficios. ¡Comienza con este hábito!