La frutas y verduras representan la principal fuente de fibra de la alimentación, así como de energía, minerales y vitaminas. Por otra parte, según la Organización mundial de la salud, un bajo consumo de frutas y verduras se encuentra relacionado con mayores probabilidades de desarrollar enfermedades no transmisibles como cáncer, obesidad y diabetes. Por esta causa, existe un movimiento en el mundo conocido como "5 al día", que promueve el consumo diario de cinco porciones de frutas y verduras (aproximadamente 400 gramos).
A la vez, los cereales constituyen la fuente más importante de energía en la alimentación. El maíz, trigo, avena y arroz representan la base alimenticia de diferentes pueblos y culturas, ya sea de forma natural o ligeramente modificada como la harina. Las leguminosas son fuente de proteínas, carbohidratos, fibra y vitaminas. En el caso de los alimentos de origen animal, como la leche y derivados lácteos son fuente de calcio, proteínas y agua, mientras que la carne, el pescado y el huevo son ricas en proteínas de buena calidad, además de minerales como hierro, zinc y vitaminas del complejo B.
